Los investigadores, dirigidos por Katherine Flegal, epidemióloga del Centro de EE.UU. para el Control y Prevención de Enfermedades, examinaron datos de 97 estudios con un total de 2.8 millones de participantes.
Los investigadores encontraron que quienes eran significativamente obesos, con un índice de masa corporal (IMC) de 35 o más, tenían una vida más corta que quienes tenían un peso normal, definido como un IMC de 18.5 a 24.9. Sin embargo, aquellos que contaban con sobrepeso, un IMC de 25 a 29.9, fallecieron a una tasa menor que los que se consideraban de peso normal.
Las personas con sobrepeso tuvieron un 6% menos de probabilidad de morir durante el tiempo que abarcó el estudio, que los de peso normal. Además, las personas moderadamente obesas, con un IMC de 30 a 34.9, no presentaron un riesgo mayor a fallecer que las de peso normal. "Nuestros resultados son consistentes en las observaciones de mortalidad baja entre los pacientes con sobrepeso y obesidad moderada", escribieron los autores.
Ellos sugirieron como posibles explicaciones para los resultados, que las personas con más peso reciben tratamiento más profundo o más temprano para cuestiones relacionadas con el sobrepeso, como la presión arterial alta o el colesterol. Otra hipótesis es que el incremento de la grasa corporal puede proteger el corazón, y que las reservas de grasa pueden ayudar a proporcionar energía adicional durante enfermedades severas. Sin embargo, algunos expertos han criticado el estudio, argumentando que la mortandad no es una buena medida de la salud y las estadísticas no toman en cuenta a los que pueden vivir más con alguna deficiencia de la salud.
Fuente: mimorelia.com
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