Especialistas en nutrición recomiendan un plan de 12 semanas para
afianzar un cambio a largo plazo para combatir el sobrepeso y obesidad.
En la Argentina la mitad de la población adulta tiene sobrepeso.
Como resultado de las vacaciones, además de un merecido descanso, muchas
veces se aumenta de peso, y el final del verano puede ser una buena
oportunidad para iniciar un programa integral de cambio de hábitos y
actividad física regular que se mantenga en el tiempo.
Es
importante destacar que el sobrepeso y la obesidad representan una
problemática importante en el país, ya que según datos publicados por el
Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina el 50,5% de la población
mayor de 18 años es obesa o tiene sobrepeso (datos basados en la Primer
Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2005, incrementándose casi a
54% según la Segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2009).
Para
el Dr. Silvio Schraier, director de la Carrera de Médicos Especialistas
en Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA (sede Hospital
Italiano de Bs. As.), “en sólo 12 semanas se puede perfectamente iniciar
y afianzar un plan integral de conductas saludables, que incluya una
toma de conciencia sobre la importancia de modificar hábitos, tanto los
referidos a una alimentación más saludable como a la práctica de
actividad física de acuerdo a las posibilidades de cada individuo, todo
siempre bajo la supervisión de un profesional. Esto puedo ser un buen
punto de partida para consolidar estos cambios en el largo plazo: las
dietas llevadas a cabo por un tiempo determinado suelen dar resultados
pobres. Lo importante es encarar programas que puedan mantenerse en el
tiempo y que sean sustentables”.
La única estrategia que funciona
es cambiar. El peso es consecuencia de ello. Pero ¿cómo hacer para
sostener la motivación para el cambio? ¿Cómo superar el dilema del
placer inmediato y tangible que representa un alimento indulgente?
“Los
cambios de hábitos se inician desde que se va al supermercado,
eligiendo mejor los alimentos. Conociendo cuales son las opciones
saludables. Continúan en la elección del menú, del método de cocción y
del tamaño de las porciones para cada comensal. La alimentación es un
acto de enorme responsabilidad individual y comunitaria. Cuando elijo
que come mi familia o mis amigos, me constituyo en el arquero
nutricional de mi red social”, aseguro la Dra. Mónica Katz, directora de
la Carrera de Médico Especialista en Nutrición de la Universidad
Favaloro
“Además, toda vez que nuestro trabajo sea sedentario, es
fundamental no permanecer varias horas frente a la computadora, existe
evidencia que simplemente levantándose cada hora unos minutos, disminuye
el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas”, insistió.
Según
el Dr. Schraier, para reordenar la dieta, ayuda mucho ser organizado y
programar mejor lo que se va a comer durante el día. “Se calcula que un
hombre que tiene peso normal, según el tamaño de su cuerpo, debería
consumir entre 2000 y 2500 calorías al día; y una mujer, entre 1500 y
2000; para bajar de peso, un hombre debería ingerir cerca de 1500
calorías y una mujer 1200”.
“Cualquier ejercicio aeróbico es útil
para bajar de peso, sólo es cuestión de tomarse el tiempo para uno.
Cada combustible gastado, no podrá ser almacenado y será más sencillo
lograr un balance negativo de energía. Se puede caminar, correr, trotar,
nadar, bailar o andar en bicicleta o simplemente, usar un cuentapasos e
intentar alcanzar 10.000 pasos diarios. Es importante hacerlo entre 30 y
60 minutos por día, 5 a 7 veces por semana. No es aconsejable hacer
muchas horas de ejercicio, pocas veces por semana; por ejemplo, el
domingo; eso es inútil”, advirtió la Dra. Katz, quien también es
Coordinadora del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Argentina
de Nutrición (SAN).
Como medidas complementarias para la
reducción de peso, existen algunos medicamentos cuya indicación le
corresponde exclusivamente al médico tratante, y ciertos suplementos
dietarios como el ácido linoleico conjugado original (Metabolic cla®),
que en las personas físicamente activas reduce la cantidad de grasa, en
particular la abdominal, y la reemplaza, paulatinamente, por tejido
muscular. Esto se logra mediante un mecanismo químico que reorienta al
metabolismo.
“El ácido linoleico conjugado es un compuesto con
validación científica que demostró seguridad y eficacia como auxiliar de
un plan integral de abordaje del sobrepeso, pero igualmente es
recomendable que esté indicado por un médico, que es quien sabrá manejar
el tratamiento integral del paciente, con esquemas hechos a la medida
de sus necesidades y de sus posibilidades”, manifestó el Dr. Schraier.
De
acuerdo con el Dr. Schraier, Presidente de la Fundación Argentina de
Nutrición, para bajar de peso es importante realizar actividad física y
elegir los alimentos reducidos en calorías e ingerirlos en porciones
adecuadas. Asimismo, hizo hincapié en algo que actualmente es el ABC de
la nutrición: la combinación de alimentos. “Por ejemplo, un solo trozo
de carne por día debería ir acompañado de vegetales de todos los
colores, preferentemente crudos, con no más de una cucharada de postre
de aceite. En la otra comida diaria, los vegetales deberían acompañarse
de una papa o un pequeño plato de pastas, que éstas no tengan una salsa
con aceite y que no se agregue más de una cucharada de té de queso
rallado; todo es cuestión de equilibrio”, afirmó.
No obstante, un
plan de alimentación siempre debe ser monitoreado por un profesional,
ya que muchas veces las personas incurren en errores al momento de
elegir los alimentos y son víctimas de los mensajes poco claros de la
industria alimenticia. Recientemente, desde el Ministerio de Salud de la
Nación aclararon que “el hecho de que un alimento sea ‘light’ no se
relaciona con la ‘reducción del peso’ o una ‘dieta baja en calorías’.
Los productos ‘light’ no siempre ayudan en un plan de descenso de peso, e
inclusive pueden aportar azúcares o grasas en cantidades no
despreciables. Por eso es importante aprender a realizar una cuidadosa
lectura de los rótulos e incorporar estos productos en el marco de un
plan integral de alimentación, con cambio de hábitos y ejercicio físico
incluido”.
“Para bajar de peso y mantenerlo, es esencial sostener
los cambios. No es sólo cuestión de hacer una dieta, perder el peso y
luego ganarlo nuevamente. Existe evidencia de que en un entorno
favorable, para adoptar un hábito y volverlo inevitable, automático, es
necesario un mínimo de 3 meses. En 12 semanas se puede afianzar el
comportamiento de una persona que busca descender de peso, pero también
una vida más saludable. No es sólo una cuestión estética, pero en
general un cuerpo cómodo es un cuerpo sano”, concluyó la Dra. Katz.
En la búsqueda de ‘entornos favorables’
Según
datos de la Organización Mundial de la Salud, el sobrepeso y la
obesidad, así como sus enfermedades no transmisibles asociadas, son en
gran parte prevenibles. Se estima que el sobrepeso y la obesidad
constituyen el quinto factor principal de riesgo de muerte en el mundo:
cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas por esta
causa. Por este motivo, desde la organización se insta a promover los
entornos favorables para brindar apoyo a quienes padecen esta afección
y, de esta manera, incentivarlos a que elijan los alimentos más
saludables y realicen actividad física periódica.
La OMS propone
en este sentido limitar la ingesta energética procedente de la cantidad
de grasa total, aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de
legumbres, cereales integrales y frutos secos; limitar la ingesta de
azúcares y realizar una actividad física periódica.
Acerca del Ácido Linoleico Conjugado (CLA)
El
ácido linoleico conjugado del laboratorio Argentia, Metabolic cla®, es
el único con evidencia científica de sus beneficios y cuenta con el aval
de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (SAOTA).
Metabolic
cla® es un suplemento dietario sobre el cual se han realizado numerosos
estudios científicos que demuestran sus beneficios al reducir la grasa
corporal y aumentar la masa muscular, en particular en personas que
realizan actividad física en forma regular. Se trata de un tipo de ácido
graso Omega-6 que se encuentra principalmente en las grasas de animales
rumiantes, particularmente en la leche y carne.
Su acción
obedece a un doble mecanismo: por un lado, inhibe la actividad de la
enzima lipoproteína lipasa (LPL), y por el otro, aumenta la actividad de
la enzima carnitina palmitoiltransferasa (CPT). De esta forma se
bloquea el transporte de grasa a las células adiposas, lo que reduce su
acumulación en la misma y lleva a su metabolización en el músculo cuando
se hace ejercicio.
Sus efectos reductores de la grasa corporal
fueron identificados en 1997, y posteriormente se demostraron beneficios
a largo plazo (12 meses). En los estudios clínicos se halló que el
suplemento de CLA fue eficaz y bien tolerado en la reducción de la grasa
corporal en adultos con sobrepeso. Además, se demostró que limitó el
incremento de peso durante el período de vacaciones, aumento que sí se
produjo en los sujetos control (aumentos estacionales, que pueden ser
especialmente problemáticos en las personas con sobrepeso).
Asimismo,
las investigaciones hallaron que la suplementación con CLA podría
emplearse para el descenso de peso a largo plazo (24 meses) en
combinación con otras estrategias para estimular la reducción selectiva
de la masa grasa con mantenimiento de la masa magra.
Fuente: asteriscos.tv
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