domingo, 9 de junio de 2013

¿Cómo comenzar a comer saludable?

La mayoría de las personas son criaturas de hábito: vamos al supermercado y colocamos en nuestro carrito las mismas cosas, carne para los lunes, pasta para los viernes. Por naturaleza nos hace sentir bien saber que vamos a comer, aun cuando no sea tan emocionante.


Pero hoy en día todo el mundo habla de comer sano y saludable. Pero, ¿qué significa y cómo lo hacemos? Con nuestras costumbres en casa y especialmente al comer, lo que se considera saludable puede asustarnos porque no sabemos que esperarnos de la comida que vamos a ingerir. Para que estemos claras, comer más sano significa prestar atención a lo que pones en tu plato y en el de tu familia.

Lo sano tiene que ser un hábito.

Comer como debe ser no tiene que ser abrumador. Si quieres adoptar mejores hábitos alimenticios para tu bien y el de tu hogar, la mejor manera de lograrlo es haciendo pequeños cambios, de manera gradual y hacia el progreso. ¡No te apresures! Toma al menos un mes para acostumbrarte a algo y hacerlo un hábito.

Antes de hacer cualquier cambio, tómate unas semanas para saber cómo comes y que te gustaría cambiar: anota todo lo comes, que bebes, que meriendas, que le pones a la comida que cocinas. Esto te ayudará a saber que no está orden y que estamos pasando por alto al momento de comer.

Cambios pequeños traen grandes recompensas.

Si no puedes soportar el sabor del brócoli, comerlo más seguido se te hará imposible. Pero, si aumentar la ingesta de vegetales diarios es una de tus metas, comienza con aquellos con los que puedas trabajar sin dolor e ir introduciéndolos dentro de tu dieta. Asegúrate que en lo que vayas a comer haya variedad de colores para que tu cuerpo reciba la mayor cantidad de nutrientes posibles.

Si tu meta es comer más frutas, ¿por qué no agregarle bananas al cereal de tus pequeños o unas rueditas a la tostada de la mañana? O si prefieres algo más solido, pica un tazón de frutas para acompañar en la mañana o para tu merienda de mitad de mañana con un yogurt.

Cuando adoptas un nuevo estilo de comer te darás cuenta que tus preferencias irán cambiando poco a poco y verás que cuando disminuyas tu consumo de azúcar y grasa tu cuerpo se antojará de comer más sano.

Uno de los cambios más retadores dentro de nuestra dieta es aprender a sustituir lo que comemos por otras cosas. Estos son algunos ejemplos que debes seguir:
  • Utiliza mostaza en vez de mayonesa en los sándwiches que prepares. Obtendrás mucho más sabor y muchísimas menos calorías. 
  • Cámbiate a pan integral y asegúrate que contenga bastente fibra, cereales y granos. 
  • Come proteínas blancas como pechuga de pavo o pollo. Además tiene menos grasas que la carne roja o de cerdo. 
  • Elige los cortes de carne roja que sean más limpios, como el lomito, lomo de cerdo, entre otros. 
  • Cambia los métodos de cocina y enfócate en hornear, grillar y cocinar al vapor. Olvídate de freir. 
  • Toma más agua y reduce poco a poco la ingesta de refresco y bebidas carbonatadas. 
  • No te bebas las calorías. En vez de beberte el jugo, cómete la porción de fruta en vez del jugo. Si quieres té, hazlo tú misma y agrégale un poco de limón y estevia. 
  • Cuidado con los aderezos y si puedes, sírvelos a un lado. 
  • Con respecto a los lácteos, cámbiate a los reducidos en grasa como los quesos y yogures y bebe leche descremada. 
  • Aprende a elegir. Si comes afuera, pide la ración de vegetales y no la de papas fritas. 
  • ¿Meriendas? Piensa en frutos secos o frutas. Concéntrate en la fibra, las proteínas y el aporte nutricional de lo que ingieres. 
  • ¡Cuida las porciones! No tienes que comerte todo lo que veas por el medio, sírvete una porción acorde a lo que tu cuerpo necesita y con lo que tu estomago esté satisfecho. Por ejemplo: sírvete en un plato pequeño y come lento. Te darás cuenta que te llenas más rápido de lo que habías imaginado cuando le das espacio a tu estomago de asimilar lo que está comiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario