domingo, 23 de junio de 2013

Se hace camino al andar… al andar se hace camino


Es la forma más natural de ejercitarnos. Para caminar sólo necesitamos un espacio que recorrer y un par de tenis cómodos. 

Nuestra vida tiene una gran tendencia al sedentarismo: pasamos de la cama a la mesa para desayunar, o bien, al transporte, después nos sentamos a trabajar o estudiar y estamos varias horas sentados, luego vamos a comer y volvemos al trabajo o a casa, de nuevo, en el transporte. ¿Cuánto caminamos? Lo más probable es que poco en tiempo y distancia.


Está comprobado que realizar una caminata de 30 minutos a paso firme, más de cuatro días a la semana, puede mantenernos saludables y alejar de nuestra vida algunas enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión y la aterosclerosis.

Si creamos el hábito de la caminata como una forma de hacer ejercicio, son importantes la distancia, el esfuerzo, la respiración y la constancia.

Distancia. Lo recomendable es de 3 a 5 kilómetros, de preferencia en suelo suave, como la arenilla o una caminadora. La banqueta puede ser demasiado dura para caminar como ejercicio. Si tu recorrido tiene pendientes, ayudará un poco más a aumentar tu rendimiento físico.

Esfuerzo. La posición del cuerpo es muy importante. Procura caminar con la espalda y el cuello rectos. Balancea los brazos con naturalidad y avanza con pasos de buen tamaño y con firmeza. Para aumentar el esfuerzo puedes ayudarte de pequeñas pesas en las manos.

Respiración. Respira por la nariz con normalidad. Debes inhalar y exhalar tan rápido y tan profundo como tu cuerpo te lo pida. No realices pausas ni aceleres tu respiración de forma forzada. Procura no platicar mientras te ejercitas, porque la oxigenación puede llegar a ser insuficiente.

Constancia. Para que tu caminata sea la forma de ejercitarte es importante que la realices más de cuatro días a la semana, de preferencia a la misma hora y en la medida de lo posible, tres horas antes de tu hora de dormir. De esta forma acostumbrarás a tu cuerpo a la actividad física y evitarás problemas de que la actividad física interfiera con el sueño.

Multiples beneficios

Algunas personas pueden encontrar en la caminata la forma de hacer ejercicio, despejar la mente y prevenir alteraciones de la salud a largo plazo. También, los problemas para dormir pueden disminuir, por la relajación y el esfuerzo que realizaste al caminar. Podría pensarse que por tener una actividad más en el día, acabarás con tu energía, pero muchas veces sucede lo contrario: al realizar ejercicio, aumenta nuestra capacidad física y la vitalidad para cada día.

Siempre es recomendable que antes de comenzar una rutina de ejercicio acudamos con el médico, para que valore nuestra capacidad corporal para realizarlo y evitar cualquier situación adversa.

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