jueves, 29 de agosto de 2013

Cómo hablarle a tu hijo sobre la obesidad

Si los padres hablan a sus hijos sobre la importancia de perder kilos, de consumir muchas calorías o de tener belleza física, los menores podrían tener problemas de autoestima.

 Hablar sobre sexo no es la única conversación importante que los padres deben con sus hijos conforme estos crecen. Para especialistas en pediatría y nutrición, es vital hablar sobre cómo combatir la obesidad  de una manera sana, especialmente si se tienen niños o adolescentes con sobrepeso.

Muchos padres asumen esta tarea; no obstante, un estudio de Universidad de Mineápolis en Estados Unidos, enfatiza que no todos lo hacen de la forma correcta y más bien podrían exponer a sus hijos a problemas.

Según el documento, publicado en la última edición de la revista JAMA Pediatrics JAMA Pediatrics , si los padres hablan a sus hijos sobre la importancia de perder kilos, de consumir muchas calorías, de tener belleza física o de que la gordura es poco atractiva y se les presionan para bajar de peso, los menores podrían tener problemas de autoestima que podrían desencadenar en anorexia.

"Los padres y madres que mantenían conversaciones sobre la importancia del peso con sus hijos niños o adolescentes, eran más propensos a que sus hijos hicieran dietas o tuvieran comportamientos poco saludables con la comida, como dejar de comer o darse atracones de comida", cita el reporte.

Si, por el contrario, los padres se concentran en hablar sobre el valor a la salud que da una alimentación sana, y sugieren qué comer por razones de salud, los menores tendrán menos problemas de alimentarios y bajarán de peso de una forma saludable y sin que su autoestima sufra.

"Los adolescentes con sobrepeso  a los que los padres les hablaron sobre la importancia de la alimentación en su salud, cambiaron sus hábitos al comer. Los resultados fueron aún mayores cuando los padres también comían de forma saludable", enfatiza el informe.

Palabras decisivas 

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores observaron a 2 mil 348 niños y adolescentes entre los 10 y los 17 años y a 3 mil 528 de sus padres. 

A todos se les realizó encuestas y se les vio interactuar cuando hablaban de distintos temas. Cuando se llegó al tema de la nutrición y el peso, se vio que la forma en la que sus padres trataban el asunto era vital para el resultado de cómo los jóvenes asumían su condición y tomaban acciones. 

 Para Marcela León, psicóloga especialista en problemas nutricionales, el estudio da la clave en la actitud que los padres deben tomar con sus hijos. 

"Si uno les dice a los hijos que ser gordo es malo o feo, o se les recalca que lo que se comen los va a hacer verse gordos o con panza, estamos motivando conductas muy riesgosas. Si lo hacemos, estamos dando un discurso erróneo que hace que los chicos se sientan peor y puedan hacerse daño", manifestó León. 

"De la misma forma, si tenemos una mamá que pasa contando calorías, los hijos pueden reproducir ese ejemplo porque es lo que están acostumbrados a ver como lo correcto", agregó. 

 Para los especialistas, el ejemplo de los hombres también es importante, por lo que el padre también debe reforzar la visión de la alimentación saludable. 

Fuente: El universal

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