jueves, 11 de abril de 2013

Consejos para mantener el peso durante el reposo

Cuando por diferentes razones, como lesiones o trabajo, no se puede correr ni realizar ejercicio, es necesario hacer algunos ajustes en la dieta.



























A veces el entrenamiento se ve afectado por diferentes razones y, cuando no podemos quemar las calorías necesarias para mantener un peso saludable, alterar la dieta es una manera de prevenir un aumento desmedido. Aquí, algunos consejos. 


  1. Evitar las colaciones innecesarias: los deportistas se acostumbran a consumir pequeñas colaciones entre comidas para mantener los niveles de energía, la hidratación y cargar la sangre de nutrientes que ayudan a un correcto funcionamiento del organismo. Pero, cuando el consumo de energía cesa, no son necesarias y, si revisamos la dieta, es el primer lugar por dónde debemos empezar a recortar.

  2. No comer por aburrimiento: es posible que la falta de actividad y la ausencia de ejercicio físico genere cierta sensación de vacío o aburrimiento. Reemplazar el entrenamiento con ingesta de alimentos no es la solución; buscar otras actividades o utilizar el tiempo libre para completar otras obligaciones es una forma de evitar los atracones por aburrimiento.

  3. Moverse poco, pero no dejar de hacerlo: si bien el reposo es una de las claves para la recuperación, una vez pasados los primeros días y cuidados, empezar a caminar un poco más para rehabilitar las zonas que pasaron tiempo quietas es una buena forma de evitar la ingesta innecesaria de comida, así como de ayudar al cuerpo a volver a la rutina del ejercicio.

  4. Pedir ayuda: las personas a nuestro alrededor pueden ayudarnos a controlar los atracones y ajustar la dieta – recurrir a ellos es una herramienta que puede hacer todo el proceso mucho más fácil.

  5. Recurrir a las frutas y las verduras: si la falta de ejercicio genera ansiedad, o si el cuerpo está demasiado acostumbrado a las colaciones y al consumo de alimentos en ciertos horarios, preferir comidas sanas y bajas en calorías como frutas o verduras, que además dan una sensación de saciedad que dura más tiempo, aportan una gran cantidad de nutrientes y contribuyen a hidratar el organismo. 


Toda alteración importante en la dieta debe estar supervisada por un profesional que aconseje qué pasos seguir de acuerdo a las necesidades de cada atleta; los impulsos o actitudes ansiosas con la comida pueden ser síntomas de otro tipo de patologías, que un médico puede ayudar a diagnosticar y tratar adecuadamente.

Fuente: mdzol.com

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