martes, 9 de abril de 2013

El sobrepeso y las articulaciones

¿Por qué el obeso teme tanto consultar al médico?; seguramente porque le va a pedir que baje de peso; que tortura tan grande es el saber lo que hay que hacer y no poder lograrlo. 

El sobrepeso y las articulaciones no se llevan muy bien, nuestro esqueleto es el hormigón armado al igual que un edificio que tiene que soportar las cargas y trasladar el cuerpo de un lado al otro.

Entendamos que no es lo mismo soportar un peso estático que uno móvil; usted se para, se sienta, se acuesta y muchas veces la resistencia articular merma, provocando importantes lesiones.

Un kilo de más equivale a 7 kilos en una rodilla, o sea que si usted aumentó unos 10 kilos sobre su peso normal la rodilla tendrá 70 kilos más de presión.

En la cadera sucede algo parecido.

La columna por su parte también sufre las consecuencias; por ejemplo, los discos de la cintura reciben una presión equivalente a unos 300 kilos por cada centímetro cuadrado, casi igual a la que soporta la loza de un edificio.

Los pies que nos trasladan por la vida, resisten al caminar la totalidad del peso corporal, es más cuando damos un paso al levantar un pie todo el peso del cuerpo lo soporta el pie de apoyo, el que resiste estoicamente la carga.

En definitiva, poderío y equilibrio son las cualidades para un esqueleto apto para el uso diario, y nada peor que darle más castigo del que pueda resistir.

Pero si usted va al médico y éste le dice: “-tiene que hacer ejercicios y bajar 20 kilos, hasta entonces no lo podré aliviar!”, y cómo va a moverse si le duele, cómo va a rebajar si no se mueve.

Hablar de 15 ó 20 kilos no es algo sencillo.

Cuando uno tiene dolores trata de no moverse, de no caminar, se está más tiempo sentado y el sedentarismo engorda más que cualquier comida.

Usted come normalmente pero al no desgastar ninguna caloría, todo lo asimila y lo guarda en los sectores más indeseados de su humanidad.

Por eso entendamos que hay métodos, tratamientos y medicaciones que logran disminuir notablemente el dolor y con eso podrá moverse y no seguir engordando.

Usted deberá, a toda costa, moverse.

Existen fajas para la cintura, rodilleras con sostenes laterales, tobilleras y hasta bastones si fuera necesario, para que en un principio se mueva y entienda que cuando baje de peso todos estos elementos no los deberá seguir usando.

Por supuesto es importante que la movilidad la acompañe con un régimen sencillo.

Coma la mitad de lo que engorda y el doble de lo que no, así y sin esforzarse logrará avances insospechados.

Se sabe que uno engorda por kilo y baja por gramo; tenga paciencia, no se puede bajar esos 20 kilos que le exigen en corto tiempo, eso sería un castigo cruel; tampoco deje que le carguen culpas, que sea obeso no significa que esté condenado a sufrir, bastante ya tiene con sus dolores como para que sobre esto le tiren la pelota a usted: “Usted es gordo y la ciencia nada puede ofrecerle”, no es así, hay opciones, póngase metas cortas, piense que si baja un kilo o medio kilo por mes serán algo así como 15 ó 18 kilos en un año y que no es poca cosa.

A esto se apunta, sencillamente a que no sufra y disfrute de la vida.

Fuente: eldia.com.ar

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