Los expertos explican que algunas de las propiedades de la fruta se mantienen cuando comemos la fruta entera en comparación de tomar solo su jugo. Al consumirla entera las fibras de la fruta no se rompen, contrario de lo que sucede al licuarlas, por lo que tiene mayores efectos benéficos para el organismo.
Por otro lado, a la mayor parte de los jugos se les adiciona innecesariamente con azúcar, lo que aumenta su contenido calórico.
De las frutas cuando están frescas, muchas de sus propiedades nutritivas de aprovechan de mejor forma, ya que el jugo con frecuencia se prepara con anticipación, lo que reduce su valor nutritivo con el paso del tiempo.
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