En algunas ocasiones, puede ser necesario comer mas rápido de lo acostumbrado o recurrir a este tipo de alimentos, pero es mejor que sea la excepción y no la regla. Hay estudios científicos que tienen por objetico aclarar si el habito de comer rápido puede ser responsable del aumento de la obesidad en la sociedad.
Existen dos planteamientos que actualmente están en estudio: confirmar si comer mas despacio puede proteger alas personas de padecer diabetes y en el mismo sentido, confirmar si la velocidad de la alimentación afecta el hambre y el ritmo metabólico de las personas.
Todos hemos experimentado, en las ocasiones en que comemos de prisa, que ni siquiera se pueden saborear los alimentos. También ocurre que cuando comemos de prisa sentimos de nuevo hambre en menos horas transcurridas.
Recordemos que la digestión comienza desde antes de comer. Desde el momento en que nos preparamos para comer comienza la secreción saliva, acido gástrico y aumenta el movimiento del tubo digestivo. Masticar correctamente y dedicándole el tiempo necesario permite que las enzimas de la saliva actúen sobre los componentes de los alimentos para que se asimilen de forma correcta pro el intestino. Entonces podemos afirmar que la digestión no solo ocurre en el estomago y el intestino.
También los ingredientes de la comida rápida pueden ser un factor determinante en relación al peso corporal. No todas las porciones de comida rápida están balanceadas en proporciones de grasa, proteínas y carbohidratos.
Además, disfrutar de alimentos, también tiene como gran componente emocional y social. Por eso es tan reconfortante una comida en compañía de familiares o amigos, con los tiempos debidos para disfrutar su presencia y de los mismos platillos.
Los resultados de estos estudios, pondrán a nuestro alcance información valiosa de lo que hasta hoy se sostiene como una buena costumbre, que es tomar un tiempo adecuado para comer. Si los resultados así lo demuestran, será algo mas que un buen habito, una recomendación obligada para mantener una excelente salud y figura.
Existen dos planteamientos que actualmente están en estudio: confirmar si comer mas despacio puede proteger alas personas de padecer diabetes y en el mismo sentido, confirmar si la velocidad de la alimentación afecta el hambre y el ritmo metabólico de las personas.
Todos hemos experimentado, en las ocasiones en que comemos de prisa, que ni siquiera se pueden saborear los alimentos. También ocurre que cuando comemos de prisa sentimos de nuevo hambre en menos horas transcurridas.
Recordemos que la digestión comienza desde antes de comer. Desde el momento en que nos preparamos para comer comienza la secreción saliva, acido gástrico y aumenta el movimiento del tubo digestivo. Masticar correctamente y dedicándole el tiempo necesario permite que las enzimas de la saliva actúen sobre los componentes de los alimentos para que se asimilen de forma correcta pro el intestino. Entonces podemos afirmar que la digestión no solo ocurre en el estomago y el intestino.
También los ingredientes de la comida rápida pueden ser un factor determinante en relación al peso corporal. No todas las porciones de comida rápida están balanceadas en proporciones de grasa, proteínas y carbohidratos.
Además, disfrutar de alimentos, también tiene como gran componente emocional y social. Por eso es tan reconfortante una comida en compañía de familiares o amigos, con los tiempos debidos para disfrutar su presencia y de los mismos platillos.
Los resultados de estos estudios, pondrán a nuestro alcance información valiosa de lo que hasta hoy se sostiene como una buena costumbre, que es tomar un tiempo adecuado para comer. Si los resultados así lo demuestran, será algo mas que un buen habito, una recomendación obligada para mantener una excelente salud y figura.
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